El término desarrollo psicomotor designa la adquisición de habilidades que se observa en el niño de forma continua durante toda la infancia.
Corresponde tanto a la maduración de las estructuras nerviosas (cerebro, médula, nervios y músculos) como al aprendizaje que cada bebe va alcanzando hasta ser niño.
Tiene una dirección cefalo-caudal y de axial a distal, es decir del centro hacia la periferia, primero se maduran las estructuras centrales y luego las distales.
Hay una diferenciación entre las respuestas globales y los actos individuales, es decir puede ser más avanzado en algunos aspectos y compensa con otros que parecieran ser estar retrasados, pero en el global todo está bien, compensado.
Los reflejos primitivos como el de presión o succión, preceden los movimientos voluntarios coger cosas o lanzarlas y el desarrollo del equilibrio como gatear o caminar y así los reflejos primitivos desaparecen para dar paso a la actividad voluntaria.
El tono muscular progresa paulatinamente hacia un equilibrio flexo-extensor, de simplemente sostener la cabeza o el tronco a girar, gatear, caminar, etc.
Las habilidades del desarrollo psicomotor se dividen en cuatro grupos:
Motor grueso o control de la postura.
Motor fino o coordinación, que refleja el eje ojo mano.
Lenguaje. En este punto cabe destacar que los factores genéticos y ambientales influyen en el desarrollo del lenguaje. Su evolución, además, depende de cada de niño o niña.
Habilidades sociales., desde sonreír, hasta la interacción con otras personas.
Si bien es cierto faltarían páginas para describir todo el proceso, creo que es más fructífero que les deje los signos de alarma de acuerdo a cada edad, los que, de presentarse debieran ser motivo para acudir al pediatra:
Desarrollo psicomotor designa la adquisición de habilidades que se observa en el niño de forma continua durante toda la infancia
3 meses:
No sonrisa afectiva, es decir no ríe ante estímulos.
No sigue con la mirada.
No controla la cabeza y se le cae.
Irritabilidad constante, no ríe.
6 meses:
Falta de inversión fisiológica del tono muscular.
Hipotonía de tronco, no se puede sentar con apoyo.
Hipertonía de miembros, no puede coger objetos.
Mano cerrada sobre el pulgar.
No coge cosas voluntariamente.
9 meses:
No se sientan solos
No cogen cosas con ambas manos
No ponen los brazos cuando caen hacia delante o para darse estabilidad cuando están sentados y se desequilibran.
Ausencia de balbuceo
Indiferencia ante los padres
No echa los brazos a la madre
No extraña
12 meses:
No se pone en pie, ni siquiera con apoyo
Ausencia de interés por el medio que les rodea.
Ausencia de gestos o intención comunicativa, no le interesa comunicarse de una u otra manera.
No señala con intención de pedir o compartir
No comparte la atención ni muestra interés por los demás
Reacciones emocionales inapropiadas
No interés por los juguetes ofrecidos
18 meses:
No caminan más o menos solos.
No dicen ninguna palabra ni usan su propio lenguaje.
No comprende órdenes simples (ej: ven).
No tiene juego funcional (rodar un coche, apilar cubos…).
No responde al llamado por su nombre.
No señala lo que necesita. No se interesa por los niños de su edad.
No tiene reciprocidad emocional.
Ausencia de cualquier tipo de lenguaje expresivo (verbal/no verbal) y/o alteración del lenguaje comprensivo.
Ecolalias (repetir palabras).
No juego de ficción (usar como teléfono algo que se parece…etc).
Los hitos del desarrollo son procesos que se crearon para poder identificar quién tiene retraso e intervenir de manera oportuna y temprana”
24 meses:
No participa en actos cotidianos (como el juego).
No unen 2 palabras para hacer frases ni tienen su propia forma de “hablar”.
No comprende órdenes con dos partes (trae el control remoto del dormitorio).
Ausencia de juego simbólico (utilizar un plato como si fuera un volante de un auto, o una cuchara como pala).
En todos estos casos, el pediatra debe evaluar al niño o niña, para determinar si estos signos representan alguna investigación extra o no.
Recuerde los hitos del desarrollo no son una competencia entre padres, sino procesos que se crearon para poder identificar quién tiene retraso e intervenir de manera oportuna y temprana, siempre les digo a los padres de mis pacientes: “es mejor que te digan que no tiene nada y ya lo superó, a que te digan: por qué no vino antes?”